Si a veces chocas con la relación con las mujeres, o con otros hombres, o te parece que el modelo de hombre que nos venden no te encaja y tienes ganas de indagar… entre todos podemos ir deshaciendo el entramado de lo que nos pertenece de verdad y lo qué nos viene impuesto.
El grupo de hombres pretende ser un espacio de confianza, encuentro, contención, apoyo entre hombres. Un espacio para trabajar y tratar temas que nos tocan, que nos preocupan, que no sabemos muy bien como gestionar, o que una y otra vez se van repitiendo en nuestras relaciones con otros hombres, con otras mujeres, en el trabajo, etc.…
A nosotros también se nos cruzan los cables y no sabemos si eso que sentimos – esta manera tan diferente de la que esperábamos de un hombre hasta hace poco – es compatible con nuestra condición masculina. Compatible, lícito, beneficioso, nutritivo. ¿Tal vez una dignidad, una vulnerabilidad por descubrir? De lo que estamos seguros es que el camino no pasa por ninguno de los antiguos modelos egoístas, machistas y patriarcales.
¿Tengo competitividad respecto a los otros hombres? ¿Puedo relacionarme con ellos desde la complicidad y el juego? ¿Me siento a gusto con el contacto físico entre hombres? ¿Quiero tener siempre razón? ¿Me creo más o menos que los otros hombres?
¿Hay personajes de mí mismo que rechazo? ¿Veo manipulación en mi relación de pareja? ¿La llevo bien? ¿Yo manipulo? ¿Porqué castro la grandeza de las mujeres? ¿Por qué me siento poco poderoso? ¿Porqué me da miedo verlas tan poderosas a ellas?
La temática es amplia y estos son algunos de los temas que se pretenden abordar desde un trabajo vivencial a través del juego, las dinámicas de grupo, las técnicas y herramientas que nos proporciona la Terapia Gestalt, la Bioenergética, la PNL, la Sistémica, la Expresión Corporal, la Danza, el Teatro, el Taichí, Tantra, el Clown o la meditación.
Así pues, el grupo de hombres pretende ser un proceso que puede requerir evocar emocionalmente situaciones biográficas, generacionales y arquetípicas en las que nuestra masculinidad se fue alejando cada vez más de nuestra esencia y poniéndola al servicio de un modelo de convivencia basado en la superioridad y el sometimiento.