Atenderemos las dinámicas y necesidades que vayan surgiendo para dar un espacio de encuentro para el crecimiento personal de los hombres.
Encuentros Mensuales de 4 horas de Octubre a Junio + un residencial de fin de semana
A los encuentros mensuales le sumaremos algún encuentro online y prácticas para hacer en casa, entre encuentros presenciales.
Nos sensibilizamos ‘desde’ nuestros aspectos masculinos que se ponen al servicio de abrir el corazón. La emoción expande los pensamientos. Nos conmovemos.
Integrando lo Masculino se gesta en 2012/2013 como un espacio de encuentro entre hombres para explorar qué es la masculinidad. Facilitar un espacio donde la escucha, la confianza, el encuentro y el apoyo mutuo se ponen al servicio de trabajar temas que nos tocan y nos preocupan, que no sabemos cómo gestionar y que se van repitiendo en relaciones personales, sociales o laborales. Y donde podamos poner en duda las directrices con las que hemos crecido entorno a la competitividad, poder, éxito que nos imponen y nos autoimponemos. Y recuperar la capacidad de acompañar y auto acompañarse, junto a la mirada y validación del grupo.
Se trata de recuperar esos espacios alrededor del fuego, o en la plaza del pueblo donde los hombres teníamos la capacidad de encuentro y reunión, sin nada que hacer, sólo estar allí presentes.
A continuación te hago una lista de temáticas especificas que podemos abordar en el grupo regular
Presentación. Asumir responsabilidades y hablar por si mismo. Recuperar la receptividad. Salir del ensimismamiento que provocan los propios puntos de vista. Comenzar a desenmascararnos y crear la trama del grupo. ¿Qué sentimos?
Dejar de hacer fuerza para mantenernos arriba. Poder aflojarnos. Necesitar ayuda y pedirla. Ofrecer sostén para que otro pueda caer acompañado. La habilidad para digerir los aspectos sombríos de nuestra historia. Reparar en lo profundo. Si el suelo se abre…
Relación de fuerzas entre el padre y el abuelo, y de contención entre el hijo y el padre. En busca de una reconciliación entre los tres para recuperar lo mejor de sus energías. Mi padre, mi hijo.
¿Desde dónde nos vinculamos con otros hombres? ¿Estamos dispuestos a pedir ayuda a otros hombres para reparar lo que nos han herido y conocer lo que no nos dieron?
Un padre débil ante nuestra madre, exigente con sus hijos, manipulador o manipulado, instaura en ellos patrones de insatisfacción que con los años, redundan en una masculinidad que está por debajo de su potencial. Modelos negativos.
Gritar lo que nunca nos atrevimos a gritarle. A golpes de raqueta. Para que la emoción nos ayude a liberar lo que quedó atragantado, descontrolarnos. Lo que importa no es lo que salga, sino acercarnos al estado emocional asociado a esas situaciones “calentar las entrañas”.
Discriminar la positiva de la negativa. Cuando usamos una, cunado usamos otra y cuando las confundimos. Aprender a sacar la agresividad. Retorcer la toalla.